Club de madres y padres

Ser madre y padre nunca ha sido una tarea sencilla. No lo fue antes y mucho menos lo es ahora. Sé muy bien que se trabaja con material sensible, único e irrepetible y que en principio, además viene sin un manual de instrucciones que nos ayude a orientarnos. Antes era más frecuente contar con la experiencia de los abuelos que siempre aportaban lo mejor de ellos, sus valores y sabiduría de años a la hora de ayudarnos a educar a los más pequeños de nuestra casa. Pero hoy las cosas han cambiado. Para bien y para mal, los tiempos son distintos y vivimos de otra manera. Nuestros conocimientos y valores son otros y nuestras responsabilidades y retos, como madres y padres aunque en esencia sean los mismos, también son diferentes.

Dicen que la experiencia es un peine que te entregan cuando ya no tienes pelo. Algo de esto sucede mientras avanzamos en la preciosa aventura de educar y ayudar a crecer de manera responsable y respetuosa a los recién llegados a la vida. Ante las nuevas situaciones que la tareas de ser padre y madre nos plantean, respondemos con intuición y amor y vamos progresando en ese camino mediante un ejercicio de prueba y error. Acudir a un o una profesional que pueda colaborar en esa responsabilidad es una buena decisión. Sin duda eso facilita la compleja pero apasionante labor de una madre y un padre, que juntos buscan un fin: hacer de su hija o hijo personas respetuosas, responsables y libres para tomar sus decisiones. Pero lo cierto es que cuando por fin hemos conseguido entendernos y entender a nuestros hijos e hijas. Cuando sentimos que la tarea está encauzada decimos…»Ay, qué bien me hubiera venido saber esto antes»…

Siempre he pensado que el conocimiento compartido nos enriquece. Cuando trabajo con niños, niñas, adolescentes y adultos comparto con ellas y ellos lo que sé y eso, aunque os puedo asegurar que es un desgaste físico e intelectual enorme, me enriquece como ser humano porque de todas y todos ellos también aprendo. Por eso, cuando tras una sesión, comparto con padres y madres una breve charla, siempre me pregunto ¿Cómo podíamos hacer útil este conocimiento que nos aporta la experiencia de lo vivido y aprendido? y la respuesta es muy clara: compartiéndolo.

Llevo meses dándole vueltas a esta idea. Compartir entre todas y todos para crecer juntos. Cada uno desde su experiencia, con su circunstancia y capacidad. Sin juicios, ni prejuicios, sumando conocimientos para multiplicar las respuestas. Pensé ¿Por qué no hacer un Club de madres y padres de LaCasadeB? Dedicar una hora al mes para reunirnos y compartir experiencias que nos ayuden a mejorar la bonita aventura de ser padre y madre. No pienso en una Escuela de padres donde un «maestro/maestra» imparte docencia, desde la atalaya de su conocimiento técnico, si no un espacio donde se acude a aprender compartiendo. Un Club donde vernos y de manera distendida compartir dudas, experiencias, aportar respuestas… y aprender y crecer como padres y madres y como personas. Yo siempre estaría a vuestro lado, orientando, moderando, proponiendo, incentivando el diálogo positivo para encontrar respuestas en las experiencias compartidas. Para conseguir que entre todas y todos podamos crecer, se necesitan personas muy especiales. Personas comprometidas, sensibles y valientes. Capaces de vivir esta experiencia con responsabilidad y en confianza. Dispuestas a sumar y a aportar. Por eso he pensado en vosotras y vosotros para presentaros esta iniciativa que estoy segura que será muy positiva, enriquecedora y emocionante para todos y todas. Mi propuestas está ahí. Ahora espero vuestra respuestas con ilusión.