Volvemos

Con mucha ilusión quiero compartir la alegría que siento al comunicaros que LaCasadeB vuelve a abrir sus puertas de manera física. Será la primera semana de junio. Así podremos ir retomando nuestro trabajo en el espacio de LaCasadeB. Hemos tomado todas las medidas de seguridad. Todo lo que se exige para nuestra vuelta a la normalidad de manera segura y responsable. Material de desinfección. Materiales de trabajo nuevos. Y todo lo que proporcione y ayude a mantener nuestra salud.
Me emociona volver a vernos.
Me emociona vuestra confianza, y desde la gratitud más inmensa, os doy la bienvenida de nuevo a LaCasadeB.
Sus puertas se cerraron hace un tiempo, pero aún en la distancia, con unos y con otros, hemos estado y nos hemos sentido cerca. A veces las puertas se han de cerrar por unos u otros motivos. En LaCasadeB creemos, y sentimos que abrirlas de nuevo, es siempre para que algo nuevo entre. Para que el aire se renueve, se torne fresco, y las sonrisas puedan campar a sus anchas, hasta en los momentos en los que parece que se fueron. Por eso queremos compartir con vosotras y vosotros, que sois especiales invitados a nuestra casa, ese aire fresco y renovador y entregaros nuestra alegría por el  nuevo encuentro. Una alegría compartida que está siempre entre nosotras y nosotros, en nuestra casa que también es la de todos y todas las que  aquí entran y ponen su confianza en nosotras . Os esperamos con las puertas abiertas.
Desde el corazón, que es desde donde mejor se me da hablar… GRACIAS

La fuerza de las palabras

Y qué cierto es…
A veces, los adultos soltamos como bombas, palabras que van directas al corazón de las personas que queremos. Y cuando llegan a sus delicados corazones, entran en él, causando un daño emocional del que no somos conscientes siempre.
Frases como «Papá te va a dejar de querer como no te portes bien… o «Mamá no va volver a hablarte ni a jugar contigo, porque eres malo, y no sabes perder…»
Son bombas que van directas a su corazón….
En LaCasadeB creemos que es mejor, hacer crecer que tener que curar después. Mejor enseñar, que no consolar luego…
Cuidamos cada palabra que va hacia sus corazones y los vuestros para cuidar la inteligencia y salud emocional de todos y de todas y muy  especialmente de ellas y ellos, los más pequeños de la casa…cuidemos cada palabra para cuidar sus vidas.
GRACIAS. ÁNIMO

La felicidad está en ellos y ellas

El mensaje es claro. Desde LaCasadeB, creemos que cada niño y niña, tiene que encontrar su felicidad. Y nosotros, ayudar a ello. No crearles una vida perfecta, lejos de peligros, que ninguno queremos para ellos, desde luego. Si no enseñarles a resolverlos, alejarlos y saber que aunque los haya, siempre hay algo que se puede hacer para aprender de ellos. Trabajar y compartir con niños y niñas que presentan diferentes «peligros» en sus vidas, me hace saber y confiar, en que la respuesta a muchos de estos «peligros», no es quitarles las piedras del camino, si no darles las herramientas para que se agachen y las retiren, ellos por si mismos.
Los adultos debemos conocernos, saber cuáles son nuestros propios «peligros». Trabajar con niños que viven ambientes de adultos, donde toman ejemplos no muy sanos emocionalmente, también me hace saber que parte de que esa vida que deseamos para ellos, parte (sale) de nosotros y de lo que de nosotros aprenden.
La felicidad está en ellos.
Enseñárselo desde pequeños, les ayudará a sentirla, vivirla y disfrutarla

Miedo a salir

Nuestros pequeños ya han pisado la calle, después de tantos días de no poder hacerlo. Algunos lo han tomado con ganas e ilusión, porque al menos, y aunque no es aún lo que desearían, pueden respirar otro aire que no sea el de casa. Otros sin embargo, han decidido no salir aún, y esto es por una razón que casi todos, en su mayoría, sienten. El miedo. Emoción útil y necesaria, como todas, pero que llevada al extremo, nos bloquea y no nos permite avanzar, disfrutar, descubrir… En este caso el miedo está muy justificado. Durante cuarenta y tantos días, han estado escuchando, quien más y quien menos, cifras, desgracias, contagios…y aunque nos hayamos cuidado mucho de darles la información justa y necesaria, la información ha entrado en nuestras casas de manera constante. Por lo tanto escucharles decir, «No salgo porque tengo miedo al coronavirus», es algo lógico y entendible. Pero como siempre, debemos ayudarles a que esta emoción, no crezca de manera desmesurada en ellos. ¿Cómo podemos hacerlo?
Primero, hablando y escuchando.
Lo mismo que hicimos al principio de nuestra cuarentena. Con cariño, cercanía, y sencillez.
Respetando lo que sienten, y no haciéndolo de menos.
Explicando que ahora es un poco más seguro salir, pero que tenemos que seguir tomando precauciones, para poder estar bien, y cuidarnos todos.
Si necesitan más tiempo, dárselo.
No es necesario que hagan lo que la mayoría de niños y niñas, si no lo sienten, o no están preparados para ello.
Pero si es bueno, que vayamos trabajando con ellos, la pérdida de este miedo. Tarde o temprano, nuestras vidas y las suyas serán un poco más parecidas a lo que eran antes.
Durante estos días, sin atosigarles, sin presionarles, podemos ir dando mensajes positivos, que calen en ellos, y les hagan perder un poco, y poco a poco este miedo.
Podemos ir probando tiempos más cortos de salida,
en vez de la hora permitida.
Que como en todo lo nuevo, vayan viendo, experimentando, confiando, y sintiéndose más seguros, hasta que esta nueva situación se vea «dominada» por otras emociones, y no por le miedo.
Poco a poco…siguiendo nuestros pasos.
Siempre es mejor.
GRACIAS … ÁNIMO.
LaCasadeB.