Cuántas cosas importantes aprendemos en nuestra infancia. Cuántas lecciones integramos en nuestro día a día cuando somos pequeños. Una de esas lecciones, de las más importantes, es la de aprender a vernos como somos. Es la de formar nuestra autoestima. Esta, en los primeros años de vida, se construye con aquello que recogemos de lo que nuestras figuras de referencia adultas, nos van diciendo que somos. Después, somos nosotros los que a través de lo que vivimos con nuestros iguales, empezamos a creer. Como educadora, pretendo que cada sesión de trabajo con niños y niñas, sea una experiencia de conocerse a si mismos, y de aprender a verse. A valorar cada una de sus capacidades, y a saber que los puntos débiles, son oportunidades de seguir creciendo, y no algo que criticar, juzgar y condenar. En las sesiones de trabajo con niñas y niños que necesitan verse y aprender, desde el respeto y la mirada amable y comprensiva, nos ponemos frente a quienes somos. Hacemos que ninguno se avergüence de quien es. Porque solo desde la educación podemos aprender a valorarnos, a querernos, y a saber que las diferencias nos hacen únicos. Educarles en el respeto por quienes son. Nadie tenemos que parecernos a otros. Son seres únicos, irrepetibles, inigualables en sus capacidades. Valoremos cada parte de ellos y ellas. Y de la mano, enseñemos el valor tan importante que cada uno y una tiene en su interior.
Beatriz Alonso. LaCasadeB