En muchas ocasiones hablamos de que nuestros niños y niñas no nos obedece. De lo cansado que es y lo que nos desgasta, vivir estas situaciones de desobediencia constante.
Bien. Es entendible que perdamos la paciencia, nos desesperemos e incluso que lleguemos a caer en la frustración de no saber qué estamos haciendo mal. Pero creo que la idea inicial, está equivocada. Los niños y niñas, no nacen sabiendo obedecer…
Tendríamos que enseñarles, qué significa obedecer… Y no desde la idea en que solemos hacerlo…
Un niño no puede tener la idea de » si me porto mal, me castigan»…
Mejor si aprendemos que » si hago las cosas mejor, tendré cosas buenas y me sentiré mejor».
Educar en el gusto de hacer las cosas bien. Porque así me sentiré mejor. Y no porque me vayan a castigar…
Esto también es criar en el respeto, y no en la amenaza.
Beatriz Alonso. LaCasadeB